SECCIONES

  • LA LUCHA ANTIDROGAS - Entre 1992 y 1998 fueron asperjados en Colombia cerca de 2 y medio millones de litros de glifosato para erradicar más de 19.000 hectáreas de amapola y 41...
    Hace 15 años
  • POLITICA Y JUVENTUD - El tema de las juventudes pareciera residir en manos de los adultos. Hablar de soluciones, propuestas, nuevas miradas y salidas a cualquier problemática ...
    Hace 15 años
Los jóvenes creemos que en democracia nuestra participación activa en los asuntos generales es una
obligación que nace no sólo de la naturaleza perfectible del propio sistema,
sino del hecho de convivir en un mismo grupo que demanda para la
solución de los problemas que se le plantean, el concurso, ayuda y esfuerzo
de todos.
Queremos huir de posturas individualistas, cómodas, pasotas,
conformistas o neutrales. Defendemos una ética del compromiso. Para
nosotros, la participación en los asuntos públicos es un deber que nace de
la propia vida en sociedad. Lo común, lo público, es de todos y a todos
afecta. Por ello nuestra voz debe oírse para configurar, siguiendo unos
valores determinados, una acción de bienestar y progreso.
El grado de participación de los demócratas en los distintos asuntos
de carácter público o social general, es un síntoma claro del buen estado de
salud de cualquier régimen político. Por ello debernos combatir aquellas
prácticas del poder que impidan una amplia participación libre y voluntaria.
El éxito de tos regímenes dictatoriales, o de aquellos que devienen
autoritarios gracias al corrupto ejercicio del poder legítimamente adquirido
en origen, radica en gran medida en la manipulación del interés participativo
de la sociedad.
queremos combatir las
manipulaciones informativas; los intentos de establecer una educación que
fomente la falta de espirito critico; los procesos político-culturales
endogámicos y cerrados; el pasotismo juvenil y el conformismo como única
respuesta a las injusticias, a la inhibición social ante la acción política
general.
Juzgar a quienes participa en la política de manera activa en función
de actitudes y actuaciones impresentables de unos pocos es claramente
injusto. Aislar la actividad política del control social por el hecho de su
inaccesibilidad, su lejanía o su mala imagen, es un vicio, que fomentado
desde el propio poder socava sin duda los cimientos del sistema.
La inhibición social ante cuestiones de calado público o político en general
obstaculiza el ejercicio del poder, incluido la alternancia, pilar básico del
funcionamiento democrático, y lo que es más grave, origina a su vez la
desconfianza en el sistema, anima a la creación de alternativas de corte
autoritario, singular o revolucionario.

No hay comentarios: